~Capítulo Cuarenta y Ocho: “Día de las preguntas”~

Louis Tomlinson

Cuando llegamos a mi casa, mis hermanas y mi madre se alegraron porque hubiéramos arreglado las cosas entre nosotros y volviéramos a estar como antes: felices. Después de comer, pasamos la tarde en el jardín, jugando con mis hermanas en la nieve y más tarde, entramos para ayudar a mi madre a preparar la cena de Navidad mientras Fizzy y Lottie terminaban de organizar mi fiesta de cumpleaños.

- ¡Hora de los regalos! –dijo Lottie bajando por las escaleras con algunas bolsas.

- ¡Yo primero, yo primero! –decían las gemelas a la vez acercándose al sofá donde estaba sentado, las cogí y senté a cada una sobre mis piernas.

- Toma.-dijo Daisy dándome un papel doblado. Lo abrí. Era un dibujo de ellas dos conmigo.

- ¿Te gusta? –preguntó Phoebe mirándome.- Ella lo ha dibujado y yo lo he coloreado.-me explicó.

- Es muy bonito, me encanta pequeñajas.-sonreí y le dí un beso a cada una en la mejilla.

Después me dio su regalo Fizzy, unas zapatillas; Lottie, una camiseta de rayas y por último, mi madre un jersey y unos pantalones. Pasamos el resto de la noche jugando a algún juego de mesa y después nos fuimos a dormir.

Al día siguiente, unas voces escandalosas en mi habitación me despertaron: las gemelas y Mel.

- ¡Vamos, Louis, despierta! ¡Tenemos que abrir los regalos! –decían emocionadas.

- Venga, gandul, levanta.-dijo Mel.

- ¿Qué hora es?

- Las ocho.-me contestó.

- ¿Estáis locas? Id vosotras, ya bajaré yo luego.-dije dándome media vuelta tapándome con las sábanas hasta arriba.

- No, queremos abrirlos contigo.-decían las pequeñas. Entonces se callaron unos segundos para abalanzarse sobre mí las tres y empezaron a hacerme cosquillas.

- ¿Si bajo me dejaréis? –pregunté riendo. Ambas asintieron con la cabeza.- Pues venga, vamos a por esos regalos.-en seguida salieron corriendo de la habitación para bajar al salón y yo me levanté de la cama para seguirlas, no sin antes recibir mi beso de buenos días. Bajamos los dos y mis otras dos hermanas ya estaban ahí también, con mi madre, abriendo los regalos que había bajo el árbol de Navidad.

- Mira Mel, también hay uno para ti.-dijo Daisy cogiéndola a ella de la mano para llevarla hasta donde estaba su regalo.

- ¿Ah si? –dijo mientras se dejaba llevar por ella.

- Sí, mira, ahí lo pone “Mel”-dijo dándola un sobre.

Melanie lo cogió y lo abrió bajo la atenta mirada de toda mi familia que quería saber qué había ahí dentro. Sacó los dos papeles que había dentro y después de leerlo, me miró sonriendo.

- ¿Nos vamos a París?

- Te vas tú y el acompañante que elijas.-contesté mientras ella se acercaba a mí.

- Pues eso, NOS vamos.-dijo recalcando el “nos” antes de besarme.

- Es taaaaan romántico.-dijo Lottie suspirando y todos reímos.

Liam Payne

Que fuera día 25 y Melanie no hubiera vuelto todavía era una buena noticia. Mientras, nosotros seguíamos en Wolverhampton aunque al día siguiente se irían todos para visitar a sus familias unos días antes de fin de año, ya que queríamos pasarlo juntos los diez en Londres.

Anne y yo fuimos por la mañana con los demás a la estación, a despedirnos. Aunque solo íbamos a pasar dos o tres días separados íbamos a echarnos de menos, nos habíamos convertido casi en hermanos en este tiempo. Cuando se marcharon, volvimos los dos a mi casa y nos pusimos a ver una película. No teníamos nada mejor que hacer. Más o menos a la mitad de la película, el timbre sonó, interrumpiéndonos.

- Que oportuna es la gente.-oí quejarse a Ann desde el salón mientras yo abría la puerta.

- Que insoportable eres cuando quieres, Ann.-le dijo Mel antes de darme un abrazo que venía con Louis.

- Pensábamos que no volveríais nunca.-dije riendo, abrazando a Louis también.

- No exageres, Payne.-dijo Mel riendo.

- ¡Mel! –gritó Ann llegando a la puerta y abrazándola.

- Eh, que solo me fui unos días, no es para tanto.-contestó ella.

- Además, yo la he cuidado.-dijo Louis pasando el brazo por sus hombros.

- Me fio muy poco de tus cuidados, Tomlinson.-dijo Ann lo más seria que pudo pero acabó riéndose.

- Eres mala.-dijo él, quejándose y Mel besó su mejilla.

- Anda, pasad, tenéis cosas que contarnos.-dije y entramos para sentarnos de nuevo en el sofá.

- Bueno, hablad, parejita.-dijo Ann y ellos empezaron a contarnos todo lo que había pasado. Menos mal que después de todo lo habían solucionado.

- ¿Y tú qué, Liam? ¿No tienes nada que contar? –preguntó Mel.

- ¿Yo? No, nada, ¿por? –dije intentando evadir el tema.

- No te hagas el tonto, el último día te vi muy bien con April y…-la interrumpí.

- No ha pasado nada.-dije rápidamente mientras notaba el calor subiendo hasta mis mejillas.

- Tus mejillas te traicionan, tío.-dijo Louis riendo.

- En estos días no hemos conseguido sacarle nada a ninguno de los dos.-se quejó Ann.

- Eso es por que no sabéis hacer las cosas bien.-dijo Mel e inmediatamente se levantó del sitio que ocupaba al lado de Louis para sentarse a mi lado.- Vamos a ver, Payne, o nos cuentas qué ha pasado entre la señorita Jones y tú o nos lo cuentas, no tienes más remedio.-Sabía lo cabezota que era y que hasta que no la contara lo sucedido no pararía.

- ¿Y si te doy algo a cambio de no hablar? –pregunté. Ella negó con la cabeza.

- Empieza a hablar, venga.-siguió insistiendo mientras los otros dos se partían de risa, aquello parecía un interrogatorio policial.

- Está bien.-dije después de resoplar.

Y empecé a contarles lo que había pasado hacía unos días…

-Flashback-

Desde el día que llegamos todos y había notado rara de camino a casa a April, no había tenido un momento para hablar con ella a solas. No podía aguantarlo más, teníamos una conversación pendiente, así que decidí mandarla un mensaje.

“¿Te apetece salir a hacer algo divertido esta tarde?”

A los pocos minutos obtuve su respuesta.

“Vale. ¿Dónde nos vemos?”

“Paso a por ti en media hora.”

Contesté y me metí directamente a darme una ducha. Salí con una toalla enrollada en la cintura y me paré frente al armario para elegir algo qué ponerme. Saqué unos vaqueros, una camiseta básica blanca y una sudadera roja. Me vestí, me puse las converse blancas y después de peinarme y echarme colonia, cogí el móvil, la cartera, el abrigo y salí de casa. Justo a la hora acordada, llamé al timbre de la casa de Ann.

- ¿Está April ya lista? –le pregunté después de saludarnos con un par de besos en la mejilla.

- Creo que sí, pasa, ya sabes, como en tu casa.-me dijo ella y entré. Me quedé al lado de la puerta, esperándola. Al rato bajó poniéndose el abrigo.

- Hola.-nos saludamos y besé su mejilla.- ¿Nos vamos? –asintió con la cabeza.- ¡Hasta luego Ann! –grité antes de salir de allí.

- Pasadlo bien.-nos contestó.

- ¿Dónde vamos? –me preguntó ella andando a mi lado.

- Es sorpresa.-respondí.

Fuimos todo el camino callados, algo le pasaba conmigo y tenía que averiguar qué era. Llegamos a nuestro destino después de caminar unos quince minutos.

- ¿Vamos a patinar? –

- Exactamente.-dije sonriéndole.

- Pero yo.

- Nada de peros.-la interrumpí, cogí su mano y tiré de ella hasta dentro del recinto. Nos acercamos al mostrador a pagar la entrada y alquilar los patines. Entramos a una sala llena de taquillas para dejar nuestras cosas y cambiar las zapatillas por los patines.

- Liam no tengo ni idea de patinar, me voy a caer.-dijo agarrándose a la pared.

- Pero si aún no hemos entrado en la pista.-dije riendo.

- Si ya me cuesta aquí, imagínate ahí dentro.-hizo un movimiento con la cabeza señalando la pista.

- Vamos, anda.-dije tendiéndole mi mano para ayudarla a llegar hasta la pista de hielo.

No es que yo fuera un profesional pero no se me daba mal, al menos era capaz de mantenerme en el hielo sin caerme. Entré yo primero.

- Vamos, April, no pasa nada.-dije intentando tranquilizarla.-

- Me la voy a pegar, lo estoy viendo.-dijo poniendo un pie sobre el hielo.

- El otro, venga.-la animé y consiguió poner el otro pie dentro también.

Empezamos a patinar, ella agarrada en todo momento a la barandilla, no había manera de soltarla de allí. Hasta que llegamos a un punto en el que había que cruzar sin barandilla sí o sí ya que había un grupo de niños dando clase y no podíamos pasar por ahí.

- Ah no, yo no me suelto.-dijo agarrándose fuerte a la barandilla.

- Confía en mí, yo te sujeto.-dije ofreciéndole mi mano.

- Si dejas que me caiga, te mato.-me amenazó y yo solté una carcajada.

- No lo haré.-agarró mi mano y me coloqué a su lado, haciéndola avanzar, con cuidado.

- Venga, inténtalo tu sola esta vez.-dije colocándome casi en el centro de la pista, frente a ella.

Empezó a patinar, lentamente, viniendo hacia mí, tambaleándose un par de veces.

- Tengo algo que preguntarte, April.-dije cuando estaba bastante cerca de mí.

- ¿Qué?

- ¿Qué te pasa conmigo? –dije y resbaló, aunque logró mantener el equilibrio.

- Nada.-dijo seria, mirando el hielo, mientras intentaba avanzar un poco más.

- No mientas, sé que te pasa algo, llevas rara conmigo desde que nos encontramos con Amanda en la estación.

- ¿Yo? ¿Rara? Estoy como siempre, Liam.

- No lo estás.-dije acercándome a ella, poniendo mis manos sobre su cintura, quedando pegados, el uno frente al otro.- Dime qué te pasa, ¿he hecho algo malo? –hice una pausa.- ¿O quizás es que te pusiste celosa de ella?

- ¿Celosa? ¿Por qué iba a estarlo? –rió exageradamente y al hacer un movimiento intentando deshacerse de mí, cayó al suelo, llevándome a mí con ella también. Caí sobre ella, nos quedamos muy cerca, mirándonos.- Liam, ¡me aplastas! –dijo.- Levanta.

- No.-dije sonriendo.

- ¿Qué?

- Que no me levanto hasta que me digas que te pasa conmigo.-dije aun encima suya, sin dejar que mi peso cayera sobre ella.

- Pues nos vamos a quedar así toda la tarde. No me pasa nada.-dijo separando cada palabra haciendo incapié en el “no”.

- No tengo ninguna prisa.-respondí y ella resopló.

- ¿Qué quieres que te diga? ¿Que si estaba celosa de ella porque me gustas? –me miró algo seria.- Pues sí, vale, me puse celosa, me gustas, me gustas dema.-acerqué mi cara a la suya para besarla y hacerla callar. Llevaba demasiado tiempo queriendo hacer eso, noté que sonreía sobre mis labios, lo que provocó que yo también lo hiciera.

- ¿Ves como no era tan difícil? –dije sonriéndola y recibí un golpe en el brazo.- Auh.

- Eres un idiota, ¿te lo había dicho alguna vez? –negué con la cabeza.- Pues ahora ya lo sabes, y levántate.-me levanté y la ayudé a ella a hacerlo.

- El idiota quiere preguntarte algo, ¿puede? –dije una vez estábamos de pie de nuevo.

- ¿Hoy es el día de las preguntas? –dijo riendo.

- Algo así.

- Dispara.

- ¿Quieres salir con el idiota de una vez por todas? –pregunté mirándola.

- Lo haré encantada.-sonrió y esta vez la que empezó el beso fue ella.

-Fin del Flashback-

- Y eso es todo.-dije creo que algo sonrojado.

- Oh, que bonito.-dijeron las dos a la vez.

- Me alegro por vosotros.-dijo Louis.

Seguimos hablando un rato más hasta que decidimos salir por ahí a comer.

Y eso fue lo que pasó con Liam y April...Jajaja ¿Qué tal chicas? Sí, sé que llevo demasiado sin subir, lo siento, de verdad...Ya sabeis todas (por que lo repito siempre) que he estado ocupada con la universidad y eso... En fin, espero que os haya gustado el capitulo...ya solo quedan dos mas y se acabará. Pero, os dejo aquí el link a la nueva fic que ya teneis los personajes y el prólogo, a ver que os parece. Nada más, intentaré subir lo antes posible. Love you all <3