Melanie Flint
Creo que llegamos a entrar
en todas las tiendas que había en el centro comercial. Estábamos cansadas y nos
sentamos a tomar un frapuccino en el Starbucks.
- No nos daremos por
vencidas, tú sales de aquí hoy con algo espectacular para el baile.-dijo Anne
sentándose en la silla en frente de mi.
- Está complicada la cosa,
eh.-resoplé.
- Ahora miraremos de nuevo,
quizás el café nos haga ver las cosas de otra forma.- reí por su comentario.
Nos tomamos el café y cuando
terminamos volvimos a nuestra tarea. Entramos incluso en tiendas que ya
habíamos visto pero al parecer el café si que nos había echo ver las cosas de
otra manera y al final encontré un vestido muy bonito. Era rosa clarito, de
tirantes, con un lazo negro bajo el pecho y un poco de vuelo. Me encantaba. Por
suerte, tenía unos zapatos de tacón negros que quedarían genial con el vestido
así que después de agradecerla muchísimo a Ann que me hubiera acompañado y de
pedirla otra vez disculpas por haber chafado sus planes con su chico, nos
despedimos y cada una volvió a su casa.
Llegué a casa, al parecer
mis padres habían salido porque no estaba ninguna luz encendida. Efectivamente,
en el espejo de la entrada había un post-it que decía “Tienes la cena en la
nevera, a tu padre le ha surgido una cena de negocios y he tenido que
acompañarle. No nos esperes despierta. Mamá.” Subí a dejar las bolsas a mi
habitación y después de guardarlo todo en el armario me puse el pijama: un
pantalón largo negro con corazones blancos y una camiseta lisa blanca de manga
corta. Bajé de nuevo, aún era temprano para cenar así que me senté en el sofá a
ver un poco la televisión. Al ratito empezó a sonar mi móvil.
- ¿Qué pasa Payne, estabas
espiándome por la ventana? Acabo de llegar ahora mismo.-dije
- Vale, vale, me has pillado
esta vez Pecas.-dijo riéndose.
- ¿Pecas? Quedamos hace
mucho tiempo en que no volverías a llamarme así.-dije queriendo parecer molesta.
- Lo sé, pero es que me
gusta.-rió.
- Como te odio.
- Yo también te quiero,
Pecas.-dijo haciendo incapié en ese mote.
Recuerdo que me lo puso
cuando éramos pequeños durante un verano porque se había dado cuenta que tenía
algunas pecas alrededor de la nariz.
- ¿Y qué? ¿Ya tienes el
modelito perfecto? –dijo en tono burlón.
- Pues sí, listorro. Cuando
me veas mañana no vas a saber ni que soy yo.
- Pues muy mal eh, si no te
conozco no podré cumplir una parte del pacto,
¿recuerdas?
- Cierto, bueno, yo te hago
una señal.-reímos.- ¿y la otra parte?
- Esta echo ya, lo dije hoy
en casa y todos me apoyan.
- Claro, como tiene que ser.
Bueno feo, voy a ver que me han dejado de cena que ya tengo hambre.
- ¿Estás solita? Oh,
pobrecita.-dijo y volvió a reír.
- Sí, más sola que la una
pero ni pienses que te voy a invitar a venir que te tengo muy visto ya. Mañana
nos vemos.-dije despidiéndome.
- Eres una mala persona,
pecas, malísima.-dijo poniendo voz de niño pequeño.- Hasta mañana, Mel.-y
colgamos.
Después de terminar de
hablar con Liam, fui a la cocina a coger la cena. Cené, recogí todo y me subí a
dormir.
Al día siguiente fui a
clase, era ya el último día y después tendríamos vacaciones, al fin. Pasamos
casi todas las clases hablando del baile que había esta noche, así que no fue un
día demasiado aburrido. Cuando terminaron las clases, volvimos a casa y
quedamos los tres en que nos veríamos directamente ya en el baile.
Después de comer, subí a mi
habitación, estaba sola otra vez porque mis padres estaban trabajando, así que
me senté en la cama y me puse a tocar en la guitarra la única canción que sabía
tocar entera hasta el momento.
Sobre las seis y pico de la
tarde decidí que era hora de empezar a arreglarme, así que me metí a la ducha,
me llevé el ipod con los cascos y me puse a ducharme al ritmo de una de mis
canciones favoritas, “You belong with me” de Taylor Swift. Cuando salí de la
ducha, me sequé el pelo y lo alisé aunque yo ya lo tenía bastante liso pero así
me quedaba mejor. Después me puse el vestido y me maquillé: un poco de sobra de
ojos, colorete, rímel y pintalabios. Me preparé un bolso donde metí el móvil,
la cámara de fotos (por supuesto no podía faltar), el monedero y un brillo de
labios que siempre tenía que llevar. Estaba ya lista cuando escuché el timbre,
me puse los zapatos y bajé. Antes de abrir me miré por última vez en el espejo
retocando un poco el pelo. Abrí la puerta y me encontré con la gran sonrisa de
Jake.
- Buenas noches, estás
preciosa, Mel.-dijo sonriéndome y sacando una rosa de detrás de su espalda.-
Esto es para ti.
- Muchas gracias.-dije cogiéndola
y llevandomela a la nariz para olerla.- Tú también estás muy guapo.-le sonreí.
- ¿Nos vamos? –asentí con la
cabeza, cogí las llaves, cerré y las metí en el bolso.
Fuimos hablando de un montón
de cosas durante el camino, la fiesta era en el gimnasio del instituto así que
no tardamos mucho en llegar andando. La verdad es que esta noche prometía, y
mucho.
Entramos y el gimnasio
estaba ya hasta arriba de gente. Las que se habían encargado de la decoración
habían echo un gran trabajo, había quedado todo precioso. La música ya sonaba y
todo el mundo estaba bailando. Jake me guió poniendo su mano en mi espalda
hasta el centro de la pista y empezamos a bailar al ritmo de la música del “Don’t
stop the music” de Rihanna.
- Voy a por algo de
beber.-dijo Jake y le vi desaparecer entre la gente en dirección a la barra.
Me quedé allí en medio,
mirando hacia todas partes para ver si veía a Liam o a Ann, pero nada, parecía
que aún no habían llegado.
Anne Marshall
Ben había venido a recogerme
a mi casa tal como habíamos acordado y fuimos andando hasta el instituto menos
mal que no hay que andar mucho porque si no, creo que esta noche con estos
tacones que me he puesto tendría que volver descalza a casa.
Entramos a lo que se suponía
que era el gimnasio porque ahora no lo parecía. Vi en el medio, sola a Mel y no
dudé en acercarme por detrás y darla un pequeño susto.
- ¡Tú! ¡Casi me matas del
susto!-dijo dándose la vuelta.
- No seas exagerada,
tía.-reímos.-
- ¿Acabáis de llegar? –preguntó.
- Sí, Ben ha ido a por algo
de beber. ¿Y Jake?
- Exactamente lo mismo. –y
ambas nos quedamos bailando esperando a que nuestras respectivas parejas
llegaran con la bebida.
Bailábamos una canción tras
otra sin parar. Lo estábamos pasando genial pero necesitábamos parar a descansar un poco así que los cuatro
salimos de la pista y nos sentamos en una de las mesas de alrededor y nos pusimos
a charlar mientras cogíamos fuerzas para volver a la pista en breves.
- ¿Sabes algo de Liam? No le
he visto en toda la noche.- preguntó Mel. Me encogí de hombros.
- Ni idea, yo tampoco le he
visto.-contesté.
- Ahí está chicas, parece
que lo está pasando bien.-dijo Ben riendo.
Miramos en la dirección que
nos señalaba. Efectivamente, ahí estaba Liam con Amanda agarrada a su cuello y
pegada a él, parecía una lapa. Pobre Liam, creo que no estaba siendo su mejor
noche.
- Voy a ayudarle un poco.-
dijo Mel riendo, se levantó y fue hacia donde estaban ellos.
Liam Payne
No había conseguido que me
soltara ni un solo segundo desde que llegamos. Soy un caballero, pero me está
empezando a agobiar un poco. ¡Qué chica tan pesada! Ni siquiera he podido pasar
un rato y hablar con mis chicas. ¡Socorro! Por favor, ¡que alguien me ayude! No
creo que pueda soportarlo por mucho tiempo más.
- ¿Te importa que te robe a
tu pareja unos minutos? –preguntó Mel a Amanda con educación.
- Bueno.-contestó de mala
gana Amanda pero accedió.
- Gracias Mel, te debo
una.-resoplé pasando la mano por mi pelo.
- No hay de qué, para eso
están los amigos, ¿o no? –reímos.
- Ya que estamos aquí, ¿me
concedes este baile, señorita? –pregunté ofreciéndole mi mano sonriendo. Ella
la aceptó y empezamos a bailar los dos.
- Ven a tomar algo con
nosotros antes de que vuelva tu querida chica.-dijo cuando terminó la canción.
Acepté encantado y fuimos a la mesa donde estaban los demás.
- ¿Ya le has rescatado? –preguntó
Jake haciéndola un sitio a su lado.
- Estaré eternamente
agradecido.-reímos mientras nos sentábamos y tomábamos algo, charlando.
Al rato no sé como pero
Amanda me encontró allí sentado y volvió a tirar de mi hasta la pista así que
no tuve más remedio que bailar con ella de nuevo. Menos mal que se me ocurrió
decirla que estaba cansado y que me iba a casa y tras insistir un poco me dejó
ir. Fui a despedirme de las chicas que al parecer lo estaban pasando de
maravilla y me fui a casa.
Melanie Flint
No sé cuanto tiempo pasó
desde que Liam se despidió de nosotras, pero después de él, Ann y Ben también
se fueron. Cada vez quedaba menos gente allí y ya estábamos muy cansados la
verdad así que Jake me acompañó hasta la puerta de casa.
- Muchas gracias por
acompañarme.-dije.
- Es lo que hacen los
caballeros. Lo he pasado genial esta noche, Mel.-dijo acercándose a mí.
- Yo también.-sabía cómo iba
a acabar esto y no me equivocaba, cuando quise darme cuenta sus labios ya
estaban sobre los míos.
- Que descanses, Mel.-dijo,
me dio un beso en la mejilla, me sonrió y se fue.
- Buenas noches.- le sonreí
también y entré en casa.
Nada más entrar me quité los
zapatos, no quería hacer ruido y que se despertaran mis padres. Subí a mi
habitación, me quité el vestido y me lavé la cara. Me puse el pijama y me metí
en la cama. Estaba agotada por lo que pronto me quedé completamente dormida.
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¡Holaaaa! Ya tenéis el capítulo tres, espero que os guste :) Muchísimas gracias a todas las que lo leeis y a las que dejais comentarios por aquí y en twitter que me hace mucha ilusión leer que os gusta y esas cosillas. ¡Gracias! Love u <3
Oinnnsss que capitulo mas cuquiiii!!!! Lo amooo!!! <333 Quiero mas mas mas... jajaja
ResponderEliminarJajajaja me alegro de que te guste <3
Eliminarme.esta encantando tambieeen!!!:) a ver cuando se presente al xfactor...ufff
ResponderEliminarQué apsará, que pasará...8)
EliminarJajajaja <3