sábado, 29 de diciembre de 2012

~Capítulo Cincuenta: “Fin de año”~ (Último Capítulo)





Melanie Flint


Subimos al avión y tras unos minutos de espera, despegó.


- Toma.-dijo sacando un par de tarjetas de su mochila.- Creo que esas dos ya las he canjeado en este viaje.-Las miré detenidamente, eran dos de las que le había entregado en su cumpleaños, concretamente las que decían “Vale por una cena romántica” y “vale por un día de compras”.

- La cena la tenía que preparar yo, así que todavía tienes que canjearla.-dije devolviéndosela.

- Es igual, ha sido una cena romántica, ¿no? –asentí con la cabeza.- Pues ya está.

- No, Tomlinson.-reí.- Este es mi juego, las reglas las pongo yo, así que guarda esa tarjeta.

- A sus órdenes.-dijo serio pero acabó riendo.

- ¿De qué te ríes ahora? –pregunté.

- Estaba pensando que la de la cena romántica y la del desayuno en la cama podemos canjearlas juntas, ¿no? –dijo levantando las cejas varias veces y le dí un golpe en el brazo.- Auh.

- Te lo merecías.

- No me has dejado terminar, lista.

- A ver, continua.-dije cruzándome de brazos.

- Iba a decir que además podíamos mezclarlas un poco con la de miles de besos y un millón de te quiero’s.-sonreí.- Ves, si en el fondo es buena idea.-sonrió triunfante.

- Anda, calla.-apoyé mi cabeza en su hombro para quedarme así el resto del viaje.


Llegamos al aeropuerto de Heathrow sobre las 10 de la noche, recogimos las maletas y cogidos de la mano fuimos hacia la salida.


- ¿Qué clase de amigos tenemos que no vienen a buscarnos? –dije y él rió.

- Unos malísimos, eso seguro.-dijo mientras caminábamos.


Entonces, detrás de nosotros empezamos a oír voces. Eran ellos.


- Eh parejita, ¿dónde vais? –dijo Harry.- Estamos aquí.-dijo haciendo movimientos exagerados con los brazos.


Nos juntamos y nos abrazaron, en seguida las chicas hicieron un corro alrededor mío, haciendo que Louis y yo quedáramos separados.


- ¿Qué tal lo habéis pasado? –preguntó Gab.

- Muy bien, ha sido genial.

- Uuuuuuh, ¿qué ha pasado en la ciudad del amor, señorita Flint? –dijo Ann dándome pequeños codazos seguidos. Miré a Lou que en este momento parecía estar sufriendo un interrogatorio por parte de los chicos, sonreí.

- Queremos una respuesta.-dijo April.

- Tú eres la menos indicada para hablar, tienes mucho que contarnos sobre Liam y tú.-contesté y ella se sonrojó.

- No te desvíes del tema, Mellie. Suéltalo.-dijo Vic.

- Pues.-empecé a decir pero me paré unos segundos. Recordé la noche anterior y volví a sonreír como una auténtica idiota.

- Espera, no me digas que tú y él…-dejó la frase en el aire Ann y yo me sonrojé completamente.

- ¡AAAAAAH! –chillaron todas abrazándome.

- Por favor, chicas…-pedí que se callaran, estaba más roja que un tomate.

- ¿Nos vamos? –preguntó Liam. Gracias, Liam, gracias. Sí, vámonos antes de que sigan con las preguntitas.


Empezamos a andar y me acerqué a los chicos.


- No me han dejado ni saludaros.-les dije, dando primero un beso en la mejilla a Niall.

- Son muy cotillas.-dijo Harry riendo.- Ya las conoces.

- Mira quien fue a hablar. Lo primero que has hecho cuando has visto a Louis ha sido agobiarle con preguntas de todo tipo.-dijo Zayn.

- ¿Qué? Solo me preocupaba por cómo lo había pasado.-se defendió Harry.

- Ya claro, eres un cotilla también, Styles.-dije yo revolviéndole los rizos.

- No lo puedo evitar.-suspiró y reímos.

- Hola Pecas.-me dijo Liam abrazándome.- ¿Qué tal?

- Perfectamente.-sonreí.- ¿Y tú?

- Genial.


Salimos del aeropuerto y nos dividimos en dos taxis. Fuimos primero a la universidad, insistieron en acompañarnos hasta la puerta de la habitación.


- No os olvidéis, mañana a las ocho.-repitió Niall por no sé cuánta vez antes de irse.

- Que sí.-respondimos todas a la vez viéndolos desaparecer por el pasillo.


Nos metimos en la habitación, bueno, en esta ocasión, Gabriella y April se mudaron a la nuestra. No fue fácil conseguir que nos durmiéramos ya que no paraban de hacerme preguntas sobre lo que había pasado entre Louis y yo los últimos días, desde que fui a buscarle a Doncaster hasta que bajamos hace unas horas del avión.


(…)


Estábamos casi más nerviosas que ellos. Era la primera vez que íbamos a ir a uno de sus conciertos. Era en el O2 Arena y las entradas llevaban vendidas bastante tiempo.


Nos vestimos algo sencillas, casi todas habíamos escogido unos vaqueros, algo de arriba chulo y zapatillas, converse en mi caso. Teníamos que ir cómodas al concierto porque no pensábamos dejar de saltar, gritar, cantar y bailar durante el tiempo que durara.


Los chicos habían enviado un coche a recogernos porque obviamente ellos no podían recogernos. Llegamos en seguida al recinto y entramos por la puerta de atrás. Allí estaban, terminando de arreglarse por los pasillos. No pudimos evitar reír al ver aquella escena.


- ¿Dónde está mi otra zapatilla?- preguntaba Louis andando con solamente con una puesta.

- ¿Alguien ha visto mi chaqueta? ¿La que lleva la “M” de Malik?

- No.-le contestó Niall.- ¿Has visto tú mi colgante? Ese que es un trébol, que llevo siempre en el bolsillo, el de la suerte.- Zayn negó con la cabeza.- ¡Pues yo sin mi amuleto no salgo! –se estaba poniendo un poco histérico.

-  Nialler, calma, ¿has mirado bien en tu camerino? –Liam como siempre, tranquilizándole.

- Voy a ver.-dijo corriendo al camerino, casi se choca con Harry que salía de él.

- El rizo este.-cogía uno de sus rizos con los dedos.- ha decidido ser rebelde hoy.-intentaba colocarlo en su sitio.

- Quince minutos, chicos.-les avisaron.

- Gracias.-dijo irónicamente Liam que se dio cuenta de que habíamos llegado.- ¿Alguien quiere ver a cinco preciosidades antes de salir a cantar? –dijo acercándose a saludarnos.

- ¿Nerviosos? –pregunté.

- Que va, para nada.-reímos y los demás, algo más calmados ya, vinieron también.

- Diez minutos.-les avisaron de nuevo.

- Mejor nos vamos a nuestro sitio.-dijo Ann.

- Suerte chicos.-dijo Gabriella y nos despedimos de ellos.


Fuimos a nuestro sitio, desde el que se veía todo el escenario genial, vale sí, estábamos en un lugar privilegiado. A los cinco minutos más o menos, un video empezó a proyectarse en la pantalla, haciendo una cuenta atrás después de la que los chicos salieron brincando al escenario y empezaron con una de sus canciones más movidas: “Na na na”. Todo el mundo allí presente enloqueció en cuanto empezaron a cantar y nosotras no éramos menos, habíamos dejado nuestra parte civilizada en el coche.


Fue un concierto impresionante en el que no pudimos parar de cantar, lo pasamos genial y no teníamos ganas de que acabara pero el final llegó cuando los chicos se cambiaron de nuevo de ropa y salieron trajeados para cantar “I want”.


Después de aplaudir durante bastante tiempo, fuimos a esperarlos al pasillo donde habíamos estado antes y cuando salieron, nos fuimos los diez al apartamento de los chicos. Pedimos unas pizzas y estuvimos pasando la noche entre risas.


(…)


Fin de año. Las tres corriendo en la habitación de un lado para otro. Habíamos quedado con los chicos en media hora para ir a cenar y aún no habíamos terminado de arreglarnos.


- ¡No sé qué ponerme! –gritó Vic mirando su armario.

- ¿Necesitas ayuda? –pregunté riendo levemente.

- No tiene gracia.-me miró mal.- Pero sí, ayúdame.


Al rato conseguimos encontrar algo para ella: una falda entubada negra, de cintura alta con una blusa azul clarita, los tacones a juego. Iba preciosa con el pelo recogido en un moño y algunos mechones sueltos. Anne, por su parte, llevaba un vestido rojo de palabra de honor con algunos detalles en un color claro, del mismo tono que los zapatos. El pelo lo llevaba suelto, se lo había alisado haciendo que llegara casi hasta el final de su espalda. Yo había escogido unos pantalones largos, ajustados de color negro, un top fucsia, caído por un hombro. Los zapatos, del mismo color que el top, y el pelo recogido a un lado en una trenza.


- ¿Estáis ya? –nosotras tres habíamos salido de nuestra habitación, estábamos llamando a la puerta de las vecinas.

- Un momento.-dijo April y a los pocos minutos salieron las dos.

- Fiu fiu.-silbé.- ¿Dónde vais tan guapas las dos?

- Al mismo sitio que vosotras, preciosas.-dijo Gabriella y reímos.


Gabriella llevaba un vestido de tirantes blanco con vuelo y unos detalles florales en negro, a juego con los zapatos. Se había rizado un poco el pelo y le quedaba genial. April había optado, como yo, por unos pantalones largos pitillo, en un gris muy bonito que conjuntaba con una blusa de manga corta negra con encaje en algunas partes. Con el pelo suelto adornado con una diadema del color del pantalón y los zapatos negros.


Salimos de la residencia y nos repartimos en dos taxis para llegar al restaurante. Cuando llegamos los chicos estaban esperándonos ya en la puerta.


- Chicos, tengamos cuidado esta noche o puede que nos quedemos sin pareja.-dijo Harry cuando bajamos del coche.

- No seas idiota, Hazza.-le dijo Ann, dándole un beso.

- Totalmente de acuerdo, iremos de guardaespaldas.-dijo Zayn haciendo a Vic dar una vuelta sobre si misma.

- Estáis guapísimas.-dijo Louis después de besarnos.

- Vosotros no os quedáis atrás.-contesté.

- Habrá que espantar a las lagartas.-rio April.

- No hará falta.-le dijo Liam.

- ¿Entramos a cenar? –Nialler.

- Eso, tú no me digas nada bonito, piensa solo en comer.-refunfuñó Gabriella.

- Lo bonito te lo digo en privado después.-le contestó él a lo que todos contestamos con un “Uuuuh”.


Entramos en el restaurante, y como siempre, a algunos les costó demasiado elegir qué querían cenar. Fue una cena muy divertida y agradable, pero ¿cómo no iba a serlo si estábamos con ellos?


- ¿No íbamos a ir a la discoteca? –preguntó Gabriella.

- Iremos después.-contestó Liam.

- Pero primero vamos a otro sitio.-dijo Zayn.


Empezamos a andar por las calles de Londres hasta estar frente al Big Ben. Eran casi las doce y empezó la cuenta atrás. Al gritar ese último “diez” un montón de fuegos artificiales empezaron a llenar el cielo, nos felicitamos el año los unos a los otros, dejando para el final a nuestras respectivas parejas.


- Feliz año enana.-susurró en mis labios.-

- Feliz año, Lou.-sonreí.- ¿Ya has pedido tu deseo para este nuevo año?

- Pasarlo contigo.-ambos sonreímos antes de besarnos.


Un beso dulce, delicado, suave. Un beso perfecto por que es con él, la persona que hace que tu estómago se revolucione con miles de mariposas, que te hace sentir única en cada momento. Esa persona que con solo mirarte hace que tu corazón se acelere, que con una sonrisa consigue alegrarte el día. Un beso perfecto con la persona que te hace feliz. Perfecto por que simplemente es uno de esos besos que te llevan a otro mundo. 

~FIN~



Hey Girls! Aquí tenéis el último capítulo :') Ahora quería pediros un favor, sé que muchas leéis esta fic aunque no dejeis comentarios por aquí o me lo digáis por twitter pero me gustaría que hoy al ser el últimpo capítulo, dejárais un comentario o algo diciendome qué os ha parecido la novela, qué es lo que más os ha gustado, lo que menos, vamos lo que pensáis sobre la fic. Quería daros las gracias porque ha sido estupendo para mí escribir esta historia, me ha encantado y más teniendo unas lectoras como vosotras, por que sois geniales, y aunque haya habido veces que he tardado bastante en subir, ahí habéis seguido, esperando los capítulos y comentando siempre, de verdad MUCHÍSIMAS GRACIAS por todo. Sois fantásticas todas y cada una de vosotras. Y por último, muchas de vosotras me habéis pedido que haga una segunda parte o en el caso de Laura, un epílogo. Bien, pues dejaré una encuesta aquí en el blog y así me decís si queréis la segunda parte o no. No sé seguro si la escribiré, pero prometo que si tengo alguna idea de cómo seguirla, no dudaré en hacerlo. Eso sí, no empezaría a subir hasta que termine los exámenes, o sea que hasta finales de enero no habría nada. En fin, que no me enrollo más, solo dejaros la fic que acabo de empezar: Make you feel like the first time.. Muchisimas gracias una vez más. Love you all <3

miércoles, 26 de diciembre de 2012

~Capítulo Cuarenta y Nueve: “París”~




Melanie Flint

Cerré la maleta, me colgué el bolso y salí de mi habitación. Bajé las escaleras y estaba esperándome abajo mi madre.

- Tened cuidado, ¿vale? –dijo.
- Lo tendré.-sonreí besando su mejilla.
- Y pasadlo bien.-dijo antes de que saliera por la puerta.

Fui a casa de Liam que era donde Louis se había quedado estos dos días y llamé al timbre.

- Hola Pecas.-besó mi mejilla.
- Buenos días.-sonreí y entré.- ¿Aún no está listo? –pregunté.
- ¡Si que lo estoy! –dijo bajando las escaleras, sin dar tiempo a que Liam contestara.- Buenos días.-me saludó con un pequeño beso.
- Pues venga, vámonos.-dijo Liam y salimos los tres de allí.

Andamos hasta la estación, nuestro tren hasta Londres saldría en una media hora y luego allí cogeríamos un vuelo hasta París.

- Cuida de mi Pecas, Tomlinson.-le dijo Liam dándole un abrazo.
- Me sé cuidar solita.-repliqué y él rió.-
- Pasadlo bien, nos vemos para año nuevo. Te quiero.-me dijo y besé su mejilla.
- Yo también.-sonreí.
- Eh, eh, ¿voy a tener que ponerme celoso? –dijo Louis y nosotros reímos.
- Que bobo eres.-dije yo.

Avisaron por megafonía que el tren saldría en pocos minutos así que terminamos de despedirnos de Liam y subimos al tren. Pasamos el camino charlando y escuchando algo de música. Llegamos a Londres unas dos horas después y ahora nos tocaría esperar a la hora de salida del vuelo. Pedimos un taxi en la estación que nos llevara al aeropuerto. Una vez allí, facturamos las maletas y para hacer más llevadera la espera, estuvimos paseando por las tiendas del aeropuerto y tomando algo en una cafetería.

Unas horas más tarde, estábamos ya los dos en el avión, rumbo a París, yo apoyando la cabeza en su hombro y no tardé mucho en quedarme dormida.

- Enana, despierta, hemos llegado.-abrí los ojos encontrándome con su sonrisa.

Salimos del avión, tuvimos que esperar un rato hasta que nuestras maletas aparecieron por la cinta transportadora por la que salen las maletas y salimos en busca de un taxi que nos llevara al aeropuerto. Era media tarde y ya había anochecido completamente, íbamos en el taxi y yo no podía dejar de mirar por la ventanilla, aquello era precioso.

- Tenía una habitación reservada a nombre de Louis Tomlinson.-le dijo a la recepcionista en un francés bastante bueno. Tras teclear un par de cosas, la señorita amablemente le dio la tarjeta que abría la habitación y fuimos al ascensor.
- No sabía que hablaras tan bien francés.-le dije.
- Soy una caja de sorpresas, enana.-me contestó haciéndome reír.- ¿Qué? ¿Qué tiene tanta gracia?
- Tú.-dije cuando las puertas del ascensor se abrieron y él me miró haciéndose el indignado.
- Qué bonito. Yo te traigo a París y tú te ríes de mí.-dijo saliendo del ascensor, empezando a andar por el pasillo. Me puse a su lado, pasando un brazo por su cintura.
- Era broma, parece mentira que no lo sepas.-dije.
- Y parece mentira que tú no sepas que te estoy tomando el pelo.-dijo sacándome la lengua y yo le empujé levemente.
- Idiota.
- Tonta.

Llegamos a la habitación y entramos. Era inmensa, una gran cama en medio, dos sofás, una televisión de plasma y una gran cristalera a la que fui inmediatamente. Se podía ver todo París desde allí, era precioso.

- ¿Te gusta? –sentí sus brazos rodeándome desde atrás.
- Es perfecto.-sonreí y besó mi mejilla. Fui a inspeccionar el resto de la habitación y al pasar por la cama, me quedé quieta. Un momento. ¿Una sola cama? Los nervios empezaron a llenarme completamente.
- Si no quieres que durmamos juntos me lo dices y pido otra habitación, no hay ningún problema.-Él aún seguí al lado de la cristalera, mirándome.
- No, no hace falta.-sonreí.-
- Lo digo en serio.-
- Y yo también, ni se te ocurra pedir otra habitación.
- Vale, vale, no me amenaces.-dijo acercándose a mí con las manos en alto.
- Eso sí, no me hago cargo si te doy patadas por la noche.-
- Entonces me voy a otra habitación, decidido.-
- ¿Cómo puedo estar con alguien tan idiota como tú? –dije riendo.
- Por que.-se quedó pensando unos segundos, acercándose totalmente a mí.- Soy irresistible.
- Oh sí, por supuesto que es por eso.-ironicé.
- ¿No es por eso? –negué con la cabeza.- Entonces…será porque me quieres.-hizo que nuestras frentes se juntaran.
- No puedes hacerte una idea de cuánto.-sonrió y terminé con la poquísima distancia que había entre nuestros labios.
- Bueno, ¿qué quieres hacer? ¿Cenamos aquí o salimos por ahí? –me preguntó cuando nos separamos.
- La verdad me apetece quedarme aquí esta noche y mañana ya salimos.-dije.
- Como la señorita quiera.

Pedimos que nos trajeran la cena a la habitación y estuvimos viendo una película mientras cenábamos.

Louis Tomlinson

Se quedó dormida sobre mí antes de terminar la película. Cogí el mando de la tele con cuidado de no despertarla y la apagué, me acomodé en la cama y me quedé dormido abrazándola.

Me desperté y no podía moverme. Reí al ver la situación en la que me encontraba: ella estaba boca abajo con un brazo pasando por mi pecho y una de sus piernas encima de mí también, a la altura de la cintura.

- Mel.-la llamé.
- Cinco minutos más.-dijo girando la cabeza, quedando de manera que me miraba a mí.
- Vamos, tenemos que ducharnos y salir a ver la ciudad.
- Ve duchándote tú.-me dijo aun con los ojos cerrados.
- Lo haría si pudiera, me tienes atrapado, enana.-dije riendo e inmediatamente abrió los ojos. Me deshizo de su “captura” riendo.
- Te dije que me movía mucho.-
- Es igual, he dormido genial.-dije y besé su frente.- Voy a ducharme.
- De acuerdo.-dijo volviendo a cerrar los ojos.

Nos arreglamos y bajamos a desayunar al buffet del hotel. Después, salimos a visitar los sitios más emblemáticos de la ciudad, a excepción de la Torre Eiffel, tenía algo preparado para ella esta noche.

- ¿Por qué no? –insistía una vez más.
- Por que no, no seas pesada.
- Pero a ver, ¿en qué cabeza cabe estar en París y no subir a la Torre Eiffel? –dijo posando sus manos en su cadera.
- No preguntes más.-dije dándola un corto beso en los labios.
- Vas a tener que darme otro de esos si quieres que me calle durante el resto del día.-reí y la besé de nuevo.

Nos hicimos mil y una fotos de todas las maneras posibles, comimos en un restaurante y por la tarde estuvimos de compras, algo que nos encantaba a los dos. Volvimos al hotel sobre las ocho de la tarde.

- ¿Y esto? –preguntó señalando una caja que había encima de la cama.
- Es para ti.-contesté poniéndome a su lado.- Ábrela.-Hizo lo que la pedí y sacó lo que había en ella, un vestido que cuando lo ví pensé que la quedaría precioso.
- Me encanta.-dijo mirándome.
- Pues ve a ponértelo, vamos a salir a cenar.-dije y me respondió con un beso antes de meterse en el baño para cambiarse.
- Vaya, que guapo, Tommo.-me dijo cuando salió del baño.
- Lástima no poder decir lo mismo de ti.-bromeé y recibí un pequeño golpe en el brazo.- Estás preciosa, enana.

Salimos del hotel y pedí un taxi que nos llevara hasta la Torre Eiffel.

- ¿Ahora si que podemos subir? –me dijo en tono burlón.
- Cállate. Era una sorpresa.-

Bajamos del taxi y subimos en el ascensor hasta la parte más alta de la torre a la que se podía acceder.

- ¿Es necesario? –dijo cuando la tapé los ojos con las manos.
- Absolutamente necesario.-dije y la ayudé a salir del ascensor. Abrí los ojos cuando estuvimos frente a la mesa que había preparado para ella.
- Lou…esto es…-dijo observándolo todo.- Maravilloso.-sonrió mirándome.
- Sabía que te gustaría.-sonreí también y nos sentamos a cenar después de probar sus labios una vez más.

La cena transcurrió entre risas y bromas, algo habitual entre nosotros. El tiempo pasaba muy rápido cuando estaba con ella, era increíble todo lo que era capaz de hacerme sentir tan solo con dedicarme una de sus miradas. Cuando quisimos darnos cuenta, estábamos de vuelta en el hotel. Ella salió del baño con el pijama puesto y se tiró en la cama.

- Estoy agotada.-
- ¿Quieres dormir? –pregunté pícaro, tumbándome en la cama a su lado.
- Sí.-contestó.
- Vaya, yo que pensé que te apetecería más otra cosa.-lo dejé caer.
- ¡Louis! –me regañó.-
- ¿Qué? –reí.
- Que quiero dormir. Solo eso.-dijo dándose la vuelta, quedando de espaldas a mí y apagó la luz.
- Claro, como quieras.-dije algo decepcionado. Parecía que se hubiera enfadado por mi comentario, pero no era mi intención, no es que lo necesitara pero se me hacía algo difícil tenerla al lado y no tocarla.
- Lou.-me llamó al rato.
- ¿Qué pasa?
- Lo siento, no debí contestarte así.-dijo.
- Eh, no te preocupes, enana. No pasa nada.-dije pasando un brazo por su cintura, abrazándola desde atrás.
- Lou es que yo.-dijo dándose la vuelta, quedando frente a mí. Estábamos a oscuras pero notaba su respiración chocando contra mi cara.- nunca.-hizo una pausa.- nunca lo he hecho y tengo miedo.
- ¿Miedo de qué?
- De que no sea lo suficientemente buena en eso para ti.-reí levemente.- No tiene gracia, Lou.
- Si que la tiene. Eres perfecta para mí, en todo, enana.-besé su nariz.- Y no te preocupes, cuando estés lista pasará.-besé levemente sus labios pero para mi sorpresa ella los atrapó entre los suyos, haciendo del beso algo más profundo.- No tiene por qué ser ahora.-dije separando escasamente nuestros labios, respirando de manera entre cortada por ese último beso.
 - Lou, tienes que ser tú.-dijo y noté su sonrisa.- ¿Qué mejor sitio que la ciudad del amor?
- En eso tienes razón.-sonreí también.- Pero solo si estás segura, no hay prisa.-repetí.
- Lo estoy, completamente.-dijo antes de volver a besarme como antes.

Esa forma en que me besaba me estaba volviendo loco por lo que me coloqué encima de ella y empecé a deshacerme de todo lo que empezaba a sobrar. Deposité varios besos a lo largo de su cuello mientras ella hacia lo mismo con el pantalón de mi pijama. La miré pidiéndola permiso para continuar a lo que ella respondió besándome de nuevo. Nos quedamos sin ropa interior en unos segundos y delicadamente besé sus labios mientras la hacía mía, solamente mía.

(…)

- Buenos días, dormilona.-dije acariciando su mejilla.
- Buenos días.-sonrió dejando un beso en mi pecho.- ¿Qué vamos a hacer hoy?
- Lo que tú quieras.-sonreí también.
- ¿Vale quedarse así durante todo el día? –preguntó y reí.
- Creo que sí se puede.-contesté.
- Perfecto entonces.-dijo dibujando circulitos con su dedo sobre mi pecho.
- ¿Te hice mucho daño? –pregunté y ella me miró. Negó levemente con la cabeza.
- No, fue estupendo.-dijo sonrojándose.
- Eres adorable cuando te sonrojas.-comenté haciendo que su rubor aumentara más. Reí.- Te quiero boba.-
- Yo más.

Y empezamos así, esa típica pelea del “yo más”, lucha que por supuesto gané. Al final decidimos salir a dar una vuelta y aprovechar las últimas horas en París. Estuvimos fuera hasta que llegó la hora de volver a Londres, esta vez, nuestro vuelo salía por la noche.



Hey Girls! Merry Christmas!!!!!!!!!!!!! Bueno, aquí os dejo el penúltimo capi de la nove, ¿qué os ha parecido? ¿os ha gustado? Y de regalo dos gifs hoy porque me parece que venían como anillo al dedo a este capítulo *-* Intentaré subir el último lo antes posible. Para las que no lo hayais hecho todavía he empezado una nueva fic de los chicos, ya tiene prólogo y primer capítulo: makeyoufeellikethefirsttime.blogspot.com ¡Muchas gracias por todo! Love you all <3